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Humberto Celli: Mientras en AD existan peleas grupales no es posible una reconciliación
Humberto Celli

A juicio del Humberto Celli, una reconciliación del partido Acción Democrática, tal como lo plantea el actual secretario general, Bernabé Gutiérrez, no puede llevarse a cabo con maniobras, con zancadillas, a los fines de llegar a los cargos de dirección sin el apoyo de la militancia, y que lo que se busca con ese proceso es asentar más el poder interno, de quienes están dirigiendo el partido.

Pregunta -Qué opinión le merece la convocatoria a un Comité Directivo Nacional, que anunció Bernabé Gutiérrez para el 23 de enero, a los fines de llevar a cabo una reorganización y una reconciliación de Acción Democrática?

Repuesta -Mientras se convoque a la militancia del partido y sean los hombres y mujeres del partido los que decidan, no solamente es conveniente para Acción Democrática, sino para Venezuela el ejercicio democrático; pero mientras existan peleas grupales, con líderes personalistas no es posible que haya ese reencuentro.

-Por eso la situación de AD; que es la del país, no es fácil. Tenemos que buscar el mecanismo adecuado, para que sea la militancia de AD la que decida el destino del partido, y quienes son sus dirigentes. No puede ser que con maniobras; con zancadillas, se llegue a los cargos de dirección. Debe volverse a lo que fue el partido siempre, que su militancia decidía  quienes iban a dirigir el partido.

Precisamente, él está llamando a una reconciliación del partido, ¿no le parece?

-Sí, pero una reconciliación en qué términos. La única forma de que haya reconciliación en el partido, es que se pongan de acuerdo los sectores en cuatro o cinco compañeros o en diez compañeros, que tengan la autoridad moral, autoridad partidista y reconocimiento, para que se convoque el proceso electoral abierto. Esa es la solución, y que de allí se proyecte a toda la organización.

-Fíjate tú que se convoca a elecciones, pero antes: modificación estatutaria. ¿Para qué la modificación estatutaria? Bueno, para lo mismo de siempre; para hacer del proceso electoral una fantasía, que no soluciona el problema, sino que va a asentar más el poder interno, de quienes están dirigiendo el partido.

Bernabé Gutiérrez dice que la verdadera AD la representa él, y lo dice porque está facultado por el Tribunal Supremo de Justicia. ¿O no?

-Sí, yo no quiero desconocer los méritos de Bernabé Gutiérrez; pero es que cuando interviene el TSJ, es el gobierno el que está interviniendo. Yo se los dije a los compañeros de Copei: no recurran al TSJ, porque eso es entregarle Copei al gobierno, y la consecuencia es que Copei está dirigido por gente que está siguiendo los lineamientos del gobierno.

-Si AD cae en esa misma trampa de recurrir al TSJ; que es el gobierno, que son tres militantes efectivos contra uno o dos independientes; pero, sobre todo, tres activos, y que actúan militarmente en el TSJ, ahí se acaba la posibilidad, de que AD llegue a ser nuevamente el partido independiente, el partido popular, el partido que defienda los intereses del país, y no los intereses de unos pocos.

El hecho es que Bernabé Gutiérrez demanda ante el TSJ a la entonces dirigencia del partido, porque no está de acuerdo con la línea abstencionista, que por entonces privaba, y aquí la historia parece que le dio la razón, sobre todo, en el caso de Barinas. ¿Qué piensa usted?

-Es que estamos viendo desde ópticas distintas el proceso que vivió AD internamente. Porque lo de Barinas no estaba planteado, sino desde hace tres meses para acá, y ese movimiento de la toma del partido tiene mucho más tiempo. Ese puede ser el argumento de que: fíjate, yo tenía razón. Pero más nada.

-Porque no significa absolutamente nada distinto al proceso ese fraccionalista, que ha vivido AD, y no es el compañero Bernabé Gutiérrez  nada más, sino también otro grupo de compañeros que se han dedicado a llegar a cargos de dirección haciendo combinaciones, haciendo trampas, haciendo falsas elecciones y que no representan realmente el sentir de la militancia.

-Porque entre otras cosas con estas maniobritas, con estos problemas han alejado a los militantes de AD de las casas del partido.

¿Usted cree que Gutiérrez ha sido uno de los aguijoneados por la famosa “Operación Alacrán”?

-No me atrevo a opinar sobre eso; porque sería tratar uno de descubrir a los Sheldon Holden si le han dado dinero, si son ladrones. Lo que yo enjuicio es la actitud política, y las manifestaciones que dan al exterior, y que uno observa, y que cualquier medio analista se da cuenta de que hay una cosa distinta a un proceso democrático interno de AD.

La AD, que representa Henry Ramos Allup, participó en las elecciones como parte de la Mesa de la Unidad Democrática, por lo tanto con la tarjeta de la unidad. ¿Eso significa que AD por el momento no tiene los símbolos?

-AD conserva sus símbolos. La tarjeta blanca es de AD, y eso no se lo quita nadie. Tan es así que nadie ha podido quitarle esa tarjeta al partido. Los principios del partido, sus casas, su militancia somos de AD, y mientras estemos, AD existe y, aún más, va a existir por encima de nosotros. Aquí lo que ha habido es una lucha por el poder interno, entre los compañeros, que están tratando de ser los secretarios generales del partido y lamentablemente están confundiendo al partido, a la militancia y al país.

¿Qué piensa usted que se debería hacer para la reorganización de AD?

-La circunstancia es que AD no puede estar por encima del país, y los venezolanos tenemos planteado un problema muy superior al de AD o de cualquier movimiento; que hay un gobierno que tenemos que salir de él; porque está enrumbando a Venezuela hacia un desastre de pronóstico reservado.

¿Pero estaría planteado una renovación de las autoridades del partido?

-Por supuesto, tendrá que haber un proceso interno que elija a las autoridades; no solamente a las nacionales, sino también a las regionales… Hay compañeros que están en cargos desde hace treinta años. Ahí nunca ha habido elecciones; los compañeros siguen allí en los cargos. No los estoy enjuiciando; porque pueden ser buenos o malos dirigentes, pero no cumplen con el requisito de ser electos en una votación popular reciente.

¿Usted cree que en esa elección interna deberían ser respetadas las minorías?

-Por supuesto, el primero que habló de la representación proporcional de las minorías dentro de AD fui yo. Porque yo veía venir este problema. Las famosas aplanadoras, cuando tú competías, y por un voto de diferencia tú agarrabas todos los cargos de dirección, y los perdedores, que contaban prácticamente con la mitad de la representación del partido se quedaban sin cargo de dirección.

-La representación proporcional de las minorías es la que se aplica en las elecciones generales del país. ¿Cómo se constituye el Congreso? Por la representación proporcional de las minorías y de las mayorías. Eso hay que copiarlo dentro de los partidos; porque las aplanadoras electorales no contribuyen a que un partido sea homogéneo. Todo lo contrario: hay un grupo que ganó por un voto. Se cogió todos los cargos de dirección, y la otra mitad que no tiene cargos de dirección.

¿Qué lección nos deja esta elección de Barinas?

-Bueno, que el gobierno ya no tiene a nadie. El gobierno está en el aire. Barinas es un estado donde venía ganando sucesivamente el chavismo. Pero el chavismo desapareció y madurismo no existe. Porque Maduro no tiene la capacidad intelectual, para liderar un movimiento nacional. Maduro fue una figura a quien le tocaron el hombro; como lo vimos por televisión: “Bueno, aquí queda éste”.

-Pero, para más lavativa para el país, escogieron al peor de todos, que era Maduro. No sé si lo escogieron por Cilia, que es más inteligente que el propio Maduro.

Ha causado un gran revuelo lo dicho por los rusos, en el sentido de que piensan mandar un contingente de tropas para Venezuela y Cuba. ¿Qué interpretación le da usted a ese tipo de amenaza?

-Eso sería una intromisión inaceptable. Porque no hay nada más lejano de la mentalidad del venezolano, que la mentalidad del ruso. Solamente por ese hecho es un encontronazo, que no nos conviene. Además, Rusia no es la Rusia de antes. La hambruna que hay en ese país es espectacular. Rusia no es ninguna potencia mundial. Es una potencia militar; eso sí. Pero más nada. ¿En qué destaca Rusia?

-Ya no es la misma Rusia de años atrás. Ahora es una Rusia que tiene un cierto poder militar, que tiene un cierto prestigio; que era antes de los comunistas, ahora la gente se pregunta por el tipo de régimen actual; pues la actitud de Rusia no compagina con las ideas comunistas. Se trata de un gobierno más; que se aprovecha de ciertas circunstancias, y que trata de jugar con la idea de que hay una izquierda en el mundo, y en donde busca presentarse como un país revolucionario. Pero ese es un país que se está muriendo de hambre.

-El pueblo ruso no está bien. No tiene autoridad alguna; porque para tú presentarte ante el mundo necesitas dar un ejemplo. Decir: vean como está el país; esto es producto del comunismo… Pero ese ejemplo no lo pueden poner ellos, porque más bien correrían del comunismo a la gente.

Este lunes se entregará un documento, pasa la activación del proceso refrendario contra Nicolás Maduro. ¿Qué juicio le merece este paso?

-A mi parece que el referéndum tiene una cosa muy negativa, que es que para que se produzca, se requieren unos trámites, que son difíciles de conquistar. Y tiene una buena, y es que si se realizara el referéndum, va a ir unificada. Ahí no habrá posibilidades de postulaciones y de salidas distintas; porque será o SI o NO.

-De manera que la oposición unida ya lo ha demostrado, y ha quedado claro y lo de Barinas fue la demostración más palpable, de que cuando va unida la oposición, el gobierno no le gana ni haciendo trampas.

Usted habló de que Maduro nos lleva al peor de los desastres. ¿Cree que el país pueda aguantar hasta el 2024?

-Los pueblos y los países aguantan, pero quién sabe; porque aquí pudiera producirse una insurgencia de tipo popular; porque por primera vez Venezuela está pasando hambre. Desde el medio siglo pasado, Venezuela ha tenido traspiés. Pero Venezuela era un país que iba adelantando. Los cuarenta años de democracia fueron realmente transformadores, y cada día que pasa, cuando se comprara con esta locura, que tenemos en el país, se demuestra más que la fórmula correcta era la del régimen democrático con un sentido social.

-Porque mientras usted es demócrata, tiene que respetar el querer de la gente, de la población, y tiene que trabajar para ello, y tenerlo siempre pendiente, y no ser hipócrita ni demagogo; que es lo que últimamente ha florecido en el país.

Enrique Meléndez 

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